Liderazgo en tiempos de crisis

Los tiempos de crisis representan un gran desafío para los líderes. En dicho contexto el líder necesita iniciar con su propio liderazgo y, sólo luego, volcarse a liderar a los demás.
Liderarse a uno mismo en tiempos de crisis comienza con enfrentar nuestros propios miedos. No tener temores ante la adversidad, es temerario y poco inteligente. Un gran líder enfrenta sus temores y entiende que son legítimos; los acepta y los supera inclusive sin que otros lo sepan y cuando nadie está observando. Para superar sus miedos, los líderes necesitan hacer una pausa; esto les permitirá el espacio necesario para ganar el autoconocimiento requerido para no caer presa de sus miedos y preocupaciones. Esta pausa les posibilitará sobreponerse al “cerebro reptiliano” que todos tenemos y cuya única preocupación es la sobrevivencia.
Hacer una pausa, posibilita la elección. Sin hacer pausa, el líder divagará en el torbellino de los eventos, emociones y temores, dándoles el control en vez de controlarlos. Al hacer pausa el líder puede preguntarse ¿qué está ocurriendo realmente?, ¿qué me está ocurriendo?, ¿qué está pasando a mi alrededor?, ¿qué emociones y sentimientos me controlan en este momento? Esta reflexión le permitirá el autoconocimiento y la elección que no era posible previamente.
Simultáneamente, los líderes necesitan explorar dentro de sí mismos sus valores medulares reales. Es la ocasión de preguntas como ¿en este momento, con qué quiero conectar adentro de mí?, ¿qué es realmente importante?, ¿quién quiero ser en esta circunstancia? Estas reflexiones pueden conectar a un líder con niveles de pensamiento mucho más profundos y con los extraordinarios recursos internos que tiene a su disposición. Estas reflexiones permiten conectar con la valentía, la esperanza, la fe, la perseverancia y otras virtudes clave; tal y como hemos visto en películas acerca de un líder histórico que se eleva por encima de una situación desafiante y por encima de las respuestas de los demás.
Los líderes que están conectados con su grandeza interna son líderes que vale la pena emular y seguir. Cuando se conectan con sus propios recursos internos, estos líderes se preguntan ¿qué quiero crear ahora?, ¿qué quiero crear con mi equipo?, ¿con mi familia?, ¿con mi negocio?
Este enfoque pondrá al líder en el camino de construir una realidad alterna para sí mismo y para las personas a su alrededor. Este puede ser un ambiente en el que domine el coraje, el apoyo mutuo, la fortaleza y la solidaridad. Este enfoque permite a los líderes a pensar ¿qué valor único quiero crear en este momento para mis clientes?, ¿cuál puede ser mi contribución única para ellos ahora?, ¿cómo puedo ayudarlos?, ¿cómo puedo actuar de forma que beneficie a todos los interesados en esta circunstancia?, ¿cómo podemos superar esta crisis saliendo mejor, más fuertes y listos para futuros desafíos?
Esta es una perspectiva muy diferente a la de las personas que suben los precios de bienes de primera necesidad en emergencias para lograr una ganancia de corto plazo a través de explotar la necesidad desesperada de los demás. ¿Cómo emergerán dichos negocios cuando esta crisis termine?
Los líderes se ponen a prueba en tiempos de crisis. Cualquiera puede llamarse líder cuando las cosas son fáciles o cómodas. Este es el momento de estar a la altura del desafío, de crecer personalmente y de ayudar a crecer a las personas que lidera.

“Todos los grandes hombres del pasado se han ido. Este es tu turno”.